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El día que Ernesto “Lobito” Fonseca volvió a nacer para convertirse en un ser humano excepcional

27 Enero, 2017

La vida de Ernesto “Lobito” Fonseca puede resumirse muy bien con esta frase: “We are the champions, my friends, and we´ll keep on fighting till the end…”.

El coro de la emblemática canción de la banda británica Queen fue la presentación perfecta para que “Lobito” pisara el escenario de EXCEPCIONALES 2016, pues, como él mismo lo dijo, la vida le ha puesto adversidades en el camino, pero él se mantendrá luchando hasta el final.

Nuestra vida, así como la de Ernesto se basa en saber enfrentar los inconvenientes que se presenten y lograr el éxito; muchas veces nos enrumbamos en una carrera por la felicidad, por el desarrollo profesional y personal, pero el destino es misterioso y nos plantea momentos dramáticos que terminan convirtiéndonos, como en su caso, en personas excepcionales.

Amor por el motocross

“Lobito” Fonseca siempre se caracterizó por ser un apasionado del motocross, y su talento lo respaldaba mientras volaba por los aires retando a las leyes de la gravedad y dejando a más de uno sin aliento con sus increíbles acrobacias.

“Practiqué este deporte cerca de 21 años, me dio una identidad, me marcó para toda la vida, no solo emocionalmente, sino  como persona, porque siempre me conocerán como ´Lobito´. Disfruté todo esos años como nunca, el entorno, la disciplina y el compromiso eran únicos, esa era mi pasión”, comentó Ernesto durante el evento de LEAD University.   

Gracias al motocross, “Lobito” se convirtió en una persona disciplinada, a la cual admirar, pero él siempre se mantuvo con una misión clara, “la meta”; con humildad celebraba sus triunfos y a la vez sus derrotas.

Un accidente no cambió todo,  sólo actualizó su camino a seguir

En el momento cúspide de su carrera profesional, la vida le cambió el sentido a las cosas. Un 7 de marzo de 2006 Ernesto tuvo un accidente que lo dejó cuadripléjico, esto debido a una mala caída durante un entrenamiento en California, Estados Unidos, que lesionó sus cervicales y le dejó como secuela la imposibilidad de controlar las tres cuartas partes de su cuerpo: del pecho hacia abajo, sus piernas y abdomen no responden a las órdenes enviadas por su cerebro para las funciones más básicas.

“Ese día cambio todo, volví a nacer, uno nunca espera que estas cosas pasen, menos cuando se tienen más de cinco años de ser profesional, pero pasó, el accidente no cambió todo, solo modificó el camino que yo debía seguir”, explicó Ernesto ante las miradas atentas de cientos de personas presentes en ULEAD.

La recuperación no fue fácil, en algunos momentos se perdía la esperanza de que se iba a lograr una movilidad adecuada, pero terapias y cirugías lograron que “Lobito” pudiera reenfocar su vida y convertirse en un costarricense excepcional.

“Me pasó el accidente y lógicamente no estaba listo. Podía escoger: ser la víctima o tratar de ver qué podía hacer para mejorar la situación y salir adelante”, agregó.

“Lobito” con una tenacidad difícil de igualar, siguió adelante y en la actualidad disfruta del triatlón y de maratones, y es competidor paraolímpico, de hecho, ha participado en competencias en Londres, Estados Unidos y Brasil, así como en competencias a nivel local.

EXCEPCIONALES 2016, un evento para marcar a los jóvenes

Ernesto calificó el evento de LEAD University como una puerta para marcar a los jóvenes y motivarlos a salir adelante en tiempos donde muchas personas pueden decirles que se rindan o que no van a alcanzar sus sueños.

“No se den por vencidos, luchen por lo que quieren, les prometo que si se esfuerzan lo van a lograr en algún momento. Hay que buscar metas, enfocarse en lo que uno quiere lograr. Está en ustedes, por eso les digo que tienen el poder para llegar a ser lo que quieran ser”, añadió.

“Lobito” concluyó diciendo que para convertirse en un líder excepcional se requiere:  

  • Dar nuestro mayor esfuerzo
  • Apuntar a lo más alto
  • Tener metas
  • Querer ser único
  • Tener mucha perseverancia
  • Nunca darse por vencido

Sobre su meta actual, Ernesto no duda en responder: “Mi sueño ahora es ir a las olimpiadas 2020. No tengo duda, es mi nueva meta. Quiero mejorar todo lo que se pueda para tratar de clasificar”.

Conocé el resto de historias de los líderes costarricenses que participaron en EXCEPCIONALES 2016:    

 

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