María José Arrea y cómo una enfermedad no le impidió pelear por el sueño de ser bailarina de ballet

La vida se basa en disfrutar todo lo que hacemos; poder vivir plenamente los sueños y hacerlos realidad; y en alcanzar el éxito con lucha, esfuerzo y entrega; en algunas ocasiones esto puede tornarse difícil pues no es sencillo “bailar” con la vida, pero siempre llega el momento para ser excepcional.

María José Arrea es una joven bailarina de ballet que a temprana edad fue diagnosticada con escoliosis (curvatura de la columna vertebral), enfermedad que puede poner en riesgo no solo la movilidad de la persona sino órganos vitales como el corazón y los pulmones.  Fue a partir de ese diagnóstico que María José inició el proceso de danzar con la vida para cumplir sus sueños y llegar a la cima.

Este año, la joven fue nominada al premio Internacional de la Paz Infantil.

El ballet es una pasión, una forma de ser excepcional

Tras ser diagnosticada con escoliosis, los médicos colocaron dos placas metálicas en la espalda de María José, y esto empezó a complicar su pasión por el ballet pues vivió un momento de miedo, tristeza y desesperación.

“Después de tener las placas de metal en la espalda, no me permitían hacer muchas cosas. Por el hecho de tener dos placas, pensaban que eso era una limitante, pero no, yo sabía que podía hacerlo (bailar), y que lo haría, y cuando llegó el “Cascanueces”  fue ahí donde demostré que sí podía hacerlo”, contó la joven durante su exposición en EXCEPCIONALES 2016.

María José supo sobrellevar el padecimiento y entró a formar parte del equipo de la Fundación la Casa de los Niños, con el proyecto social “Soñamos Juntas”, el cual se dedica a dar clases de ballet a niñas de escasos recursos de Tirrases de Curridabat. Las pequeñas han logrado participar, incluso, en espectáculos como el “Cascanueces”, esto en el Teatro Nacional.

María José contó su historia de vida en EXCEPCIONALES 2016, un espacio que se convirtió en la puerta para contar historias que impactaron y motivaron a los presentes a no dejar de lado lo que quieren: “Ha sido una experiencia sumamente enriquecedora pues participaron expositores con historias impactantes, y me alegra poder dar a conocer lo que hago y mi historia. Siento que si uno tiene una historia que puede impactar, una historia que  ayuda a salir a los demás adelante, vale la pena compartirla, porque todo esto va ayudar a que creemos una sociedad mejor”,  agregó.

Cuatro claves para el éxito

Después de sus dificultades de salud, María José no duda en destacar que para el éxito personal hay tres claves que para ella son primordiales para ser excepcional en cada área de la vida.

“Después de pasar una cirugía como la que yo pasé y tener que vivir tantos momentos difíciles, es ahí donde realmente te das cuenta de que para salir adelante hay que tener un plan o claves que te ayuden. Para mí estas claves son:

• una meta no sale bien si uno no tiene pasión
• Determinación y perseverancia: Salir adelante, combatir los obstáculos y creer en uno mismo.
• : para seguir peleando y avanzar”.

Los únicos que nos ponemos límites somos nosotros mismos, agrega Arrea, por eso es vital solar y pelear con todo por nuestros objetivos personales y profesionales.   

Además de María José, EXCEPCIONALES 2016 contó con la participación de otros costarricenses exitosos en diversas áreas. Conocé sus historias: 

• Sebastián Piedra, el joven que cambia al mundo haciendo lo que le apasiona
• Sofía Escalante: “El cáncer fue un premio que Dios me mandó para que aprendiera a valorar las cosas”  
• La clave para el éxito de Jennifer Lang: “No temer al cambio y nunca dejar de soñar” 
• Pedaleando a la grandeza: Andrey Amador